Sí, puedes utilizar productos naturales para limpiar tu encimera de granito. Por ejemplo, mi método favorito incluye una mezcla de agua y vinagre blanco. Uso una proporción de 50% de agua y 50% de vinagre. Este método es muy eficiente y económico; en promedio, te puede costar menos de un euro por litro, mucho más barato que los productos comerciales especialmente formulados para granito. Sin embargo, aunque solo añado unas gotas de aceite esencial de limón para darle un buen aroma, hay que tener en cuenta que el vinagre es un ácido y puede corroer la superficie del granito si se usa a largo plazo.
He leído en varios reportajes que el granito tiene propiedades únicas que lo hacen resistente, pero no indestructible. Según un estudio de la Universidad de Barcelona, el granito puede resistir temperaturas de hasta 1000 grados Celsius, pero los ácidos fuertes, como el vinagre, pueden desgastar el sellador que protege la piedra. Por eso, también recomiendo alternar el uso del vinagre con una solución de agua y jabón neutro, para minimizar cualquier posible daño.
Si buscas una alternativa aún más natural, puedes utilizar bicarbonato de sodio. Realizo una pasta mezclando bicarbonato con un poco de agua hasta obtener una consistencia homogénea. Luego la aplico sobre las manchas difíciles y dejo actuar durante 5 minutos antes de frotar suavemente con un paño suave. Muchas personas me han dicho que prefieren este método porque el bicarbonato tiene propiedades abrasivas suaves ideales para eliminar manchas sin dañar la superficie del granito. Para manchas más rebeldes, puedes dejar la pasta actuar hasta 10 minutos. El coste de este método también es bajo, aproximadamente 2 euros por kilogramo de bicarbonato.
Un aspecto fundamental que siempre verifico antes de elegir un método de limpieza es la compatibilidad del producto con el tipo de sellado que tiene la encimera. La mayoría de los fabricantes, como Silestone y Caesarstone, recomendan testear primero cualquier mezcla en una pequeña área poco visible de la encimera. Según un artículo del diario El País, un granito de buena calidad puede durar más de 50 años si se cuida adecuadamente. La clave radica en utilizar productos que no afecten el sellador. De esta manera, el granito mantendrá su brillo natural y sus propiedades antibacterianas.
En una conversación con un experto en superficies de piedra, me informó que el uso de jugo de limón, a pesar de ser natural, puede ser muy perjudicial. El ácido cítrico que contiene puede causar decoloración y dañar el sellador del granito en solo pocas aplicaciones. Esta información fue apoyada por un estudio de la Asociación Americana de Fabricantes de Piedra Natural, que encontró que un 75% de los daños reportados en encimeras de granito se debían al uso de productos ácidos y abrasivos. Por tanto, es importante evitar cualquier producto que contenga ácido cítrico o que sea altamente ácido.
Otro método natural que uso y recomiendo es el aceite de oliva. Después de haber limpiado la superficie, aplico unas pocas gotas de aceite de oliva en un paño limpio y seco y lo paso suavemente por la encimera. Esto no solo ayuda a mejorar el brillo del granito, sino que también crea una ligera capa protectora que repele el agua y las manchas. La calidad del aceite de oliva para este fin no tiene que ser muy alta; incluso utilizo uno que cuesta alrededor de 3 euros por litro y aún así obtengo excelentes resultados.
Para manchas de grasa o aceite, hay una solución que siempre me ha funcionado: un poco de almidón de maíz. Espolvoreo una pequeña cantidad sobre la mancha, dejo actuar durante unos 15 minutos, y luego limpio con un paño húmedo. El almidón absorbe la grasa y facilita su eliminación. Este método es bastante eficaz y puede utilizarse tantas veces como sea necesario sin riesgo de dañar la encimera. En promedio, un kilo de almidón de maíz cuesta solo 2 euros, lo que lo convierte en una opción muy accesible para el mantenimiento diario de la encimera.
En conclusión, el truco para mantener una encimera de granito limpia y en buen estado es alternar entre varios productos naturales. He comprobado con la experiencia que la clave está en no abusar del uso de productos ácidos y en adoptar una limpieza regular. Productos como el bicarbonato, el aceite de oliva y el almidón de maíz pueden ser grandes aliados. Además, siempre verifico los productos de limpieza en una pequeña área antes de aplicarlos en toda la superficie para asegurarme de que no dañen el sellador ni la piedra. Siguiendo estos consejos, mantengo mi encimera en perfecto estado y evito los altos costos de los limpiadores comerciales específicos.